may 24, 2013 - Sin categoría    4 Comentarios

Roma, cittá aperta II (La panza)

Pasta fresca

Y en cuanto a lo culinario se refiere, la oferta es ingente y variada, pero me voy a atrever a recomendar algunos establecimientos de mi gusto, de sabor local, donde degustar las especialidades romanas y del resto del país. Comenzaremos con L’Antica Birreria Peroni (Via S. Marcelo, 19), auténtica cervecería donde además de satisfacer los gustos de los amantes del lúpulo (la cerveza Peroni es de las mejores de Italia), se podrán pedir carnes y pastas en un ambiente muy cálido. De vez en cuando alguno de los cocineros sale al salón a hacer alguna broma a los comensales, desatando la algarabía entre estos.

Cul de sac (Piazza di Pasquino, 73), un restaurante-vinoteca que pese a lo estrecho de su espacio, ofrece grandes platos, cocinados primorosamente, desde la trippa romana (callos al estilo de Roma), maravillosos platos de carne (el estofado de conejo no podía estar más bueno) y variadas pastas (¡la lasaña estaba espectacular!), y al contener un sinfín de referencias de vinos, podemos dejarnos recomendar y escoger uno del Lazio, por supuesto, por aquello de estar en esa región; no olvidemos pasarnos a reservar donde nos darán un trozo de papel con un número escrito que será nuestro turno de mesa.

Muy, muy cerca del Cul de sac, encontraremos el delicioso Mimì e Cocò (Via del Governo Vecchio, 72), que se define a sí mismo como vinoteca, siendo un lugar magnífico para almorzar, cenar, tomar una cerveza, un vino o cualquier aperitivo, y deleitarnos en la atmósfera del centro histórico de la ciudad; están aperti tutti i “santi” giorni, como reza su tarjeta.

De pizzerías podemos recomendar dos de las más afamadas, que podremos visitar también por el centro, que son Baffetto (Vía Governo Vecchio, 114, en la misma calle que el Mimì e Cocò) y La Montecarlo (Vicolo Savelli, 13). Cambiando de zona, como si subieramos hacia el Quirinal, subiendo unas cuestas y dejando atrás el Mercado de Trajano, nos encontraremos la Vía Nazionale, y a su lado, en el mencionado barrio dei Monti, encontraremos multitud de locales que harán nuestras delicias. Quizá el más concurrido y popular de toda esa zona es el Ai Tre Scalini (Via Panisperna, 251) que por su algarabía nos recordará de forma inmediata a un bar español. Se trata de un local ideal para disfrutar de buen ambiente, con buena música, concurrido, y perfecto para  tomar unas cañas o unos vinos acompañados de platos sencillos y sabrosos.

No muy lejos de allí, encontraremos el encantador Al vino al vino (Via dei Serpenti, 19), lugar magnífico para degustar cualquier vino de su extensa carta, como no podría ser de otra forma, dado el nombre del establecimiento, así como charlar en un ambiente distendido, también con mucha gente.

Cambiando de zona, muy cerca del Panteón, justo enfrente del Templo de Adriano, se encuentra la Osteria dell’Ingegno (Piazza di Pietra, 45), un sitio magnífico, con mucho estilo, para degustar tanto cocina italiana e internacional, ideal para acudir con pareja y gozar de una cena romántica. Por último, ya que la lista de restaurantes y locales donde disfrutar de la cocina romana podría ser interminable, tenemos el magnífico Il Brillo Parlante (Via della Fontanella, 12, cerca de la Piazza del Popolo), bar, pub, restaurante, pizzeria, es un lugar perfecto para tomar una copa como para cenar tanto en grupo como íntimamente.

Que cada cual busque su propia Roma, su esencia, su alma, puesto que a pesar de ser única, posee muchas caras, múltiples sabores e infinitos recorridos, por ello, mejor conocerla caminando con el peligro de caer enfermos de tanta belleza (y tanta comida).

 

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Autor: Joaquin Martinez Alberca

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