ene 10, 2013 - Sin categoría    1 Comentario

Hilario Camacho ¡vive!

Desconozco si al desaparecido cantautor Hilario Camacho le gustaba el cocido madrileño, pero al haber nacido en el Foro presumo que alguna vez visitaría La Bola, Malacatín, Casa Carola, La Daniela, o acaso Lhardy, como templos donde se degusta el plato más famoso de la capital, siendo su emblema gastronómico, aparte de que podamos encontrar todo tipo de comidas y cocinas en Madrid, faltaba más.

Mi devoción por la música de Hilario Camacho comenzó, imagino que a otras personas les pasaría lo mismo, pese a que ya llevaba muchos años dándole caña a su guitarra, cuando pusieron en la tele la serie Tristeza de amor, siendo nuestro ídolo el compositor de la canción de dicha serie. Después hicieron en TVE un programa monográfico sobre su obra y ya quedé definitivamente enganchado a su música, como el  descubrimiento de una nueva sensibilidad en el ámbito musical, otra forma de expresión, en complemento, sin duda alguna, con la admiración que sentía y siento hacia Joan Manuel Serrat, Joaquín Sabina, Santiago Auserón o Los Secretos, por citar algunos, con cuyas melodías he ido creciendo, poniendo banda sonora a mis recuerdos y carátula a tiempos pasados; sin olvidar, por supuesto que nuestro cantante colaboró y fue co-compositor de multitud de temas algunos de los anteriormente citados cantantes, y también con otros como Pablo Guerrero o Kiko Veneno.

Podríamos decir que Hilario Camacho es un autor algo conocido poco reconocido, y disculpen el retruécano; fue un artista en vanguardia, con afán de experimentación sonora en sus comienzos, no fue, por decirlo de algún modo, un cantautor al uso, y sin embargo, nunca dejó de tener un cierto halo marginal, como si su música fuera de minorías, o como se dice muchas veces, de culto. Temazos como Cuerpo de ola, Final de viaje, Tú, Los cuatro luceros o Sol en invierno, no pueden ni deben quedar en el olvido. Recuerdo que un punto de inflexión en su obra fue cuando sacó al mercado en el año 1997 su disco en directo titulado En Concierto, y siempre me pregunté cómo habría sido escoger las 12 mejores canciones de un repertorio tan bueno, por lo menos para mis gustos. Nunca pudo dejar de cantar a su ciudad y de ello son ejemplo las canciones Madrid Amanece y Un extraño en Madrid.

Pero vamos a lo que vamos, porque Hilario no puede desligarse de Madrid, de los escenarios, y como estamos donde estamos y sobre lo que se supone que tenemos que escribir, también de la riqueza culinaria de sus bares y restaurantes (tengo que decir que hace poco me he enterado que existe una iniciativa ciudadana para ponerle a una calle madrileña el nombre de Hilario Camacho, ¡bien por esa iniciativa, lo merece!). Hilario nació en el barrio de Chamberí y siempre vivió en dicho barrio, y como poeta de lo cotidiano que fue, frecuentó sus restaurantes, bares y tabernas, y seguro que anduvo, cerca de su casa, por El Chorizo loco, La Cervecería Chamberí, Oldenburg (una de las cervecerías más completas de  Madrid con un sinfín de marcas), La Giralda (hay dos establecimientos más), Paulino, etc., por decir unos cuantos donde en ese deambular por esa zona de la ciudad se inspiró.  Estas líneas no ha sido sino una excusa para recordar a un cantante, cantautor, poeta, intérprete, o lo que fuere, al cual he admirado desde que supe de él. Hilario, estés donde estés, te seguimos recordando y admirando, y quiero que sepas que yo también Oigo trenes.

 

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Autor: Joaquin Martinez Alberca

1 Comentario

  • Y vivirá para siempre como no podría ser de otra manera. Un saludo desde Chamberí.

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