sep 28, 2012 - Sin categoría    1.996 Comentarios

Miami, universo latino (para comer, entre otras cosas) (I)

Miami

Por suerte o por desgracia, que es como no decir nada, sólo he visitado de los Estados Unidos de Norteamérica (también son Estados Unidos los mexicanos) el estado de Florida, y allí siempre he fijado como centro neurálgico y necesaria base de operaciones la ciudad de Miami. ¡Qué gran ciudad es Miami!

Mi primera incursión por aquellas tierras se remonta al año 1993, y ese mismo año estuve dos veces, donde ya me fue inoculada la adicción a su ambiente, a sus calles, a sus restaurantes, a su clima tropical, a sus playas… desde entonces, a veces con largos espacios temporales, he vuelto con el morbo de comprobar si todo sigue igual o hay cambios sustanciales en la urbe. Se puede pasar una temporada sin necesidad de hablar inglés, claro que ello depende de por dónde te muevas, pero si te atrae el mundo latino sudamericano no dejarás de comunicarte en español.

No sé por dónde empezar, pero me voy a inclinar por lanzar unas líneas sobre la Pequeña Habana, cuya arteria principal es la calle 8. Aquí nos encontramos en el reino de la comunidad cubana en Miami, manteniendo sus costumbres y exhibiéndolas en locales comunales a la vista del transeúnte (hay recorridos turísticos de la ciudad que incluyen en su programa la Pequeña Habana). Todo el barrio está lleno de restaurantes latinoamericanos, pero evidentemente predominan los cubanos, y entre ellos, destaca por su tradición y popularidad el Versailles, que, con sus espejos y lámparas, nos transporta a otra época. Aquí podremos degustar cualquier especialidad de la cocina cubana, como picadillo criollo, moros y cristianos, ropa vieja, yuca, ajiaco, etc.

No muy lejos del anterior, en una esquina de la citada calle 8, tenemos Casa Juancho, quizá el restaurante español más famoso de la ciudad, donde podemos comer cualquier plato que se nos ocurra de nuestra gastronomía, a saber, paella, bacalao a la vizcaína, tortilla de patatas, fabada, o cualquier otra delicia de nuestro extenso repertorio culinario. La decoración asemeja un mesón hispano y tiene muy buen ambiente en sus distintas dependencias, y otra cosa más: todas las noches canta un grupo de la Tuna, con lo cual, más español no puede ser.

Si hemos elegido para cenar cualquiera de los dos restaurantes citados deberemos encaminarnos calle 8 hacia el este, es decir, hacia el Down Town (centro de la ciudad, zona ejecutiva y administrativa) y dirección al mar, y encontraremos por la Miami Avenue un local llamado Tobacco Road, muy cerca del río, que tiene por gala ser el bar más antigüo de Miami, o lo que es lo mismo, el primero que consiguió licencia para servir alcohol en la ciudad. Es un sitio incombustible (¡este año cumple cien de existencia!), con actuaciones en vivo todos los días de la semana y una atmósfera fantástica para los amantes de la música; también tienen carta de comida, y aparte de bebernos unas cervezas podremos degustar unas buenas hamburguesas, unos nachos o unas alitas, tiene además terraza y hacen barbacoas. Le tengo mucho cariño a este sitio, porque pasé muy buenas veladas, con excepción de una de ellas, porque nos robaron el coche en la puerta del local, con gran disgusto para el grupo reunido, teniendo la historia final feliz porque lo recuperamos en un par de días.

Del Down Town nos vamos a ir a otra parte de la ciudad, no demasiado lejos, pero para cambiar de ambiente, nos vamos a South Beach (la zona sur de la playa de Miami), al Distrito Art Decó, al escaparate de Miami y quizá la estampa más divulgada de la ciudad. Cruzaremos puentes y veremos mansiones espectaculares con embarcadero propio, una vegetación que todo lo rodea, y el mar por todas partes. Una vez aparcados, nos daremos un garbeo observando por todas partes el ambiente de los años veinte del siglo XX en cuanto a arquitectura se refiere, los colores pastel, las formas caprichosas de las fachadas y los neones cuando llega la noche.

Son muchos los hoteles que se han mantenido y reformado creando ese barrio tan caracterísco, y por citar algunos de ellos encontraremos en nuestro paseo el hotel Colony, el Victor, el Breakwater, el Avalon… Y además de arte también veremos un paisaje playero donde los haya, fundamentalmente en Ocean Drive, la avenida principal de South Beach, que tiene vida de día y de noche, donde sentado a una terraza puedes dedicarte a contemplar el ir y venir de todo tipo de gente, el devenir particular de un icono turístico a nivel mundial. Para remojar el gaznate y cuidar la panza recomiendo un par de sitios, que además están en el meollo, en la misma Ocean Drive.

El primero se llama News Café y es un local abierto las 24 horas donde puedes degustar desde un zumo de zanahoria hasta cualquier tipo de cerveza, y para comer, desde una ensalada hasta la mejor de las hamburguesas o carnes a la brasa; también puedes disfrutar de la extensa variedad de periódicos y revistas a disposición del cliente, es un lugar de una atmósfera especial, no sólo por su ubicación. Y en segundo lugar, no estaría de más tomar un mojito u otro cóctel en uno de los locales de Gloria Estefan en Miami, el Larios on the beach, local con ambiente cubano, para picar algo y dejarnos llevar con la música a otra época y otro lugar aproximadamente a noventa millas de allí.

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Autor: Joaquin Martinez Alberca

1.996 Comentarios

  • Enhorabuena Joaquín,
    Veo que te estás tomando esto muy en serio …
    Eres un gran narrador!!
    Abrazo ..
    MJ:)

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